Puede que hayas oído alguna vez hablar de ello, pero ¿sabes realmente qué es? Y lo más importante: ¿sabes si es usable TU web?

Cuando hablamos de usabilidad hablamos de un conjunto de características que hacen que la estancia en nuestra web sea una experiencia agradable para el usuario. Esto implica encontrar la información que necesita en el menor tiempo y que la navegación sea lo más fluida y amena posible.

1. INTUITIVIDAD

Para conseguir una buena experiencia de navegación, tenemos que pensar en primer lugar en la “tradición” web. Es decir, no contradecir detalles a los que estamos “acostumbrados” como usuarios cuando navegamos una página, como encontrarnos en la cabecera el acceso a un Contacto o tener siempre accesible el retorno a la portada (página de Inicio) a través del menú. En resumen, debemos buscar que el recorrido de nuestra web sea mínimamente predecible para el usuario; es decir, que la web sea “intuitiva”.

2. VELOCIDAD

Una cosa que exaspera a nuestros usuarios es una velocidad de carga lenta o contenidos que no puede visualizar. El ralentizamiento de una web puede estar provocado por haber contratado un espacio insuficiente de alojamiento web, por subir imágenes que superan el tamaño y peso recomendable o una deficiente depuración del código, entre otras cosas. Por ello es necesario realizar un análisis exhaustivo para detectar los puntos rojos de la navegación.

3. CARGA DE CONTENIDOS

Además, es igualmente importante desterrar el uso de herramientas que impiden al usuario visualizar de forma directa contenidos, como ocurre con las antiguas animaciones en Flash. También es preciso asegurarse de que la web se verá correctamente en la mayoría de los navegadores populares y en todos los dispositivos. Esto ayudará a que su experiencia en nuestra web sea de todo menos frustrante.

4. RESPONSIVE

Esto nos lleva a una cuestión crucial hoy en día en diseño y desarrollo web. Ya no se entiende que una página no esté adaptada para visualización en diferentes dispositivos (ordenador, Tablet, móvil) y distintos tamaños de pantalla. Y no es sólo una cuestión técnica, sino también de reorganización de la información. Pensemos en la pantalla de un móvil; no tiene sentido usar textos demasiado largos o una gran cantidad de imágenes ya que todo ello nos obliga a realizar un scroll (desplazamiento vertical) demasiado largo y probablemente nos cansemos antes de llegar al pie de página. Es preferible usar deslizadores animados que incluir 10 imágenes independientes, o usar un conmutador (desplegable) para condensar un texto extenso.

5. LOS MENÚS: MENOS ES MÁS

Está claro que el menú es ese punto de acceso a lo más importante de la web. Pero si no tenemos claras nuestras prioridades podemos encontrarnos con un menú tan extenso que salta de línea en tamaños medianos de pantalla. O tan complejo que esté lleno de subapartados en los que el usuario se pierde totalmente…

Nuestra recomendación es que tu menú no tenga más de 5/6 items, entre ellos el Inicio, Sobre la empresa y Contacto. Evita utilizar submenús. Es preferible usar dentro de cada página soluciones como unos puntos de navegación vertical, enlaces de ancla (esos que te llevan a distintas zonas de la misma página) o integrar un buscador sencillo.

Utiliza mejor un menú secundario (sobre el principal) para incluir tu teléfono, redes o áreas privadas de usuario. Y los menús inferiores (junto al pie de página) para información corporativa, formas de pago de tu tienda online, avisos legales, etc.

6. EL DISEÑO, SÍ IMPORTA

Por último, pero no menos importante no podemos olvidarnos del diseño. Debemos saber condensar bien la información y respetar los márgenes y espacios entre contenidos, usar tipos de letra legibles y combinar diferentes tamaños y estilos en títulos para jerarquizar, apoyarnos todo lo posible en imágenes y contenido audiovisual y jugar con sencillas animaciones para captar la atención del usuario.